De tanto que por protegerte
tras de un muro
habitabas reguardado
de saberte malherido, corazón
te escondiste solitario.
Más ayer....
la madrugada fué avanzando
otro corazón te halló
abierta la puerta, despreocupado
y unos labios de belleza... de cariño, te lograron.
De nuevo palpitaste a un ritmo
Tan inmensa fué la alegría
que quisiste dar el paso
y tan profundo el miedo,
en ese instante dorado
que pude escucharte, corazón
como a una criatura indefensa
llorar asustado.
Carmen Duarte,Año 2000
Carmen Duarte,Año 2000
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