sábado, 17 de marzo de 2012

NO DESEO...


No deseo a mi corazón indolente
ni un camino sin pensar,
no quiero que me vendan mentiras
disfrazas de verdad.
Aún siento y encuentro un ser humano
anhelante por clamar
ante el deambular de la mísera injusticia,
la fragante iniquidad.
Que mis manos se eleven siempre 
por la cruel desesperanza
la maligna indignidad,
que no me pasen de largo
el galopar del caballo
las muertes anónimas, sin justificar.
Que nunca se desvíe mi mirada
por miedo o comodidad.
Y así ...
Que mi voz inconforme rompa el silencio
ante la masacre gratuita
la malnacida amenaza,
la tangible soledad.
Que me asombre todo ello 
conservando la capacidad
de agrietar las aristas del prisma
a través del cual se nos enseña
a vivir dando la espalda,
al fondo más oscuro
de nuestra mansa realidad.


                                                                 Carmen Duarte, Año 1998

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