Se fué perdiendo de puntillas
rastro de luz y alegría.
Llenándose de pequeños anhelos,heridas.
Se fué y con ella marcharon
de escuela, los tediosos días
los juegos al escondite
de Levante en una alquería.
Y en tantas ocasiones… inolvidables…en tantas
del norte las brumas marinas.
Se fué perdiendo de puntillas
creyendo firmemente
que el tiempo no pasaría.
Más a estas alturas
demasiado bregado, su corazón está
de correr trás de la prisa. Carmen Duarte, Año 2001
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