Hay días, en los que la pena desaparece
regreso al momento dichoso
en el que mi vida,soñé cambiar
camino por entre aquellos sueños deseados
que se rompieron como un vaso de cristal.
Hay días, en los que la pena se adormece
y sueño con pisar la hierba verde y fresca
la suave arena que arrulla el mar.
Soñar que no fue más que un sueño
que es un nuevo despertar.
Hay días en los que el sol me acuna el alma
me susurra esperanza, cariño y paz,
como a una niña me alienta
a reinventarme en otros despertares,
limpia de la tristeza los restos
y su cálido beso cómplice,ayuda mi ansia a calmar.
Hay días en los que lamer las heridas
y aprender, de nuevo, a soñar.
3 comentarios:
Precioso,no hace falta decir mas....Bssss
Gracias...
Carmen te acabo de dejar un premio en mi blog.Espero que te guste
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