Hablemos del tedioso día
de la oficina y el bus
los enfados urbanos,
las prisas....
No hablemos de guerras
de la carne desgarrada
del olor a muerte,
que arrastra la paz ficticia...
No hablemos, no
o tan sólo caminemos
callados, tranquilos
bajo la lluvia.
No hablemos pues,
no puedo ni quiero pensar
ya que a mi no me ha de afectar
tanta decisión maldita.
Sangre de juegos perdidos
entre lluvias de metralla,
perros a la greña
bestias descontroladas...ira
Hogares abandonados
la tierra está devastada
religión, paz...
¿ dónde están los hombres de bien ?
¿ Que le ocurre al mundo ?
están nuestras voces dormidas,
no hemos parido esos hijos que mueren
no hay metralla en nuestras vidas.
Esta noche, en mi soledad
necesito llorar
no se muy bien,
si mi impotencia o mi cobardía.
Carmen Duarte, Septiembre 2013