martes, 21 de febrero de 2012

SIN MIRAR ATRÁS

                   Caminar, esa es la idea, sin pensar demasiado en ello, sin una meta estrictamente definida, caminar hasta donde pueda llegar con la esperanza de que sea lo más lejos posible y en las mejores condiciones.
                     Este año el 14 de febrero como en otros anteriores no ha habido flores de un amante enamorado, ni un regalo de un marido cumplidor... sin embargo si ha habido algo mucho mejor que eso, el poder celebrar el amor a la vida porque un rayo de esperanza se ha cruzado en la mía " mi enfermedad mejora " y eso es todo un logro dado lo avanzado de mi situación. Por esto he decidido regalarme las flores yo.
                     He llorado de alegría, emocionada y satisfecha al ver que todos y cada uno de mis esfuerzos no han sido en vano. A lo largo de mi enfermedad en dos ocasiones he tenido que escuchar que mi esperanza de vida estadisticamente es de cinco años, tan sólo quien se enfrenta a algo así sabe lo que significa afrontarlo. Es duro, demasiado duro, sientes que el mundo se  derrumba bajo tus pies y que nada ni nadie puede impedirlo.
                      Voy a cumplir 47 años, comencé a luchar contra un Cáncer hará en abril 5  años, he perdido mi salud y  lo que más adoraba en esta vida que era mi profesión, la cual ya no puedo ejercer.
                        A pesar de todo ello hace mucho que decidí "  que el tiempo que me quedase de vida quería vivir lo mejor posible y feliz "  y me surgió una posibilidad de luchar y la he aprovechado y la buena noticia es que está dando resultado.
                        Siempre con el apoyo y la ayuda de mi familia y mis amigos que han estado y siempre están cuando los necesito a mi lado. Así como con el tratamiento, la constante vigilancia y atención de mi oncólogo y el tratamiento esmerado y preciso que actualmente sigo de mi homehópata.
                         Caminar, esa es la idea, hacia adelante, pase lo que pase, tanto sufrimiento me ha hecho una roca, soy fuerte y me niego a morir sin luchar, sin plantarle cara cada día al miedo y a esta enfermedad que me acompañan a cada paso y me atenazan el alma y el cuerpo, dejándome ambos llenos de secuelas.
                           Actualmente hace un año que me encuentro estable, hago una vida casi normal, estoy feliz y doy gracias a diario por un nuevo amanecer. Me place escuchar el jaleo de los críos cuando juegan en la calle porque eso  es vida, alegría y esperanza. Me complace más un beso y una grata sobremesa que el salir de compras... mis valores son los que siempre fueron sólo que hoy en día se han reforzado. Sigo soñando con  la posibilidad de que el amor mueva montañas y todavía conservo la capacidad de emocionarme, con las pequeñas cosas que le llegan a uno al corazón, así como de reír a carcajadas cuando me siento feliz.
                         Algunas veces tengo miedo, sería una inconsciente si no fuese así pero procuro calmarle como quien acuna a un niño asustado porque se que mi camino es duro pero no más de lo ya transitado y también se que no estoy sola y que soy muy afortunada.
                          Cuando en algún momento, por el motivo que sea, pierdo la serenidad, procuro respirar profundamente y me digo a mi misma " tu puedes hacerlo, vive y se feliz, sigue sin mirar atrás, sigue Carmen sin mirar atrás. "




"   Cuando tienes un sueño, todas las fuerzas del universo conspiran para que se haga realidad  ".  Paulo Coelho


Carmen Duarte, Año 2012
                          

sábado, 18 de febrero de 2012

POEMA DE UN INDIO QUECHUA

Este pequeño y bello poema no es mío, sin embargo he querido publicarlo en mi blog porque dice mucho de como me siento, de lo que siempre he sido y soy. Es una pequeña maravilla con la que me identifico plenamente.




Soy un guerrero, mi espada es el amor
         mi escudo, el humor
       mi hogar, la coherencia
         mi texto, la libertad.




                                                Chamalú